¿Vino a Haro?.... ¡Vino de Haro!

En la Rioja, el vino no es es una bebida más. Y en Haro, la capital del Rioja, se trata con verdadera pasión, invitándonos a disfrutarlo con calma, trago a trago. La gente viene por sus Bodegas. Sí, con mayúsculas. Con visitas personalizadas y catas al gusto, conocer las Bodegas es una de las actividades con más encanto que la región te ofrece, Y también.... una de las más divertidas. La posibilidad de medias catas es todo un acierto, que te permite probar más marcas, y que el cuerpo aguante todo el día.
Cata de medias copas en las Bodegas Muga: Blanco, Tinto, Reserva, Gran Reserva (con copa para airear y Torre Muga
Y cuando las Bodegas cierran.... sentarse al atardecer en la Plaza de la Paz de Haro resulta de lo más agradable. Vinito blanco y una gilda, haciendo tiempo para que llegue la hora de la cena, y empezar con el tinto... Las campanas tocan a las medias y las en punto, mucho guiri, pero también grupos de abuelitas del pueblo tomando un café, y de adolescentes comiendo pipas en un banco. Me gusta que la plaza esté en pendiente. Y no te vayas a pensar que la veo así por efecto del vino, que aún queda mucha tarde...
Copa de Gomez Cruzado en la Plaza de la Paz de Haro

En la misma plaza, hay un bar precioso, estilo clásico inglés, donde me encantaría tomarme un cocktail. Es el Virginia Pub, en el que pondría yo bebidas que giraran alrededor del vino. Sangría bien hecha, dulcecita y bien fria. Calimocho con buen producto local. Y también una selección de vinos espumosos de los que suben el glamour del local. Me imagino buenos cocktails con Cava Conde de Haro, de las Bodegas Muga. Y por supuesto, vinos licorosos, de los que se disfrutan poquito a poco. Y vermouths, como el Lacuesta Edición Limitada, de las Bodegas Martinez Lacuesta, muy aromático y que parece todo un cocktail él solito. Lamentablemente, estos homenajes al vino de la tierra, ocurren solo en mi imaginación, y en la terraza del Virginia Pub, después de cenar, me tomo un Johnny Walker Black Label (parecía que hacían buenos Gin Tonics, eso sí...).
Encantador Virginia Pub en Haro
Con cenas maridaje de cinco Bodegas de Haro, en el hotel Los Agustinos donde nos hospedamos, parecen conocer todos los secretos del vino. Este antiguo convento desde 1373, pasó a ser guarnición militar en 1809, hospital militar en 1811, cárcel en 1839 y hotel desde 1989. Aquí aprendimos los Mandamientos del Vino, que conviene tener en cuenta en toda visita a esta ciudad.
Mandamientos del Vino que deben ser respetados 
Uva tempranillo y envejecimiento en barricas de roble son los responsables del sabor y la personalidad del Rioja. Degustar una de sus copas supone beber una parte de su historia y su cultura. ¿A qué esperas para venir a disfrutar la tuya?
Divertido rinconcito de la Plaza de la Paz de Haro

Las mil y una caras del Martini

El Martini es el cocktail por excelencia. Hay muchas maneras de prepararlo, y cada cliente tiene sus preferencias. Para conseguir que el bartender adecue la bebida a tu gusto, es importante saber cómo pedirlo. Algo parecido a cuando en un restaurante decides tomar un buen bistec. Si no especificas al chef cual es el punto de la carne que deseas, te puede arruinar la experiencia. Con el Martini, hay que explicar tus gustos, así que vamos a ver cómo piden los expertos este cocktail.
Perfect Martini y Extra Dry Martini del Dry Martini Madrid

Lo primero es decidir si vodka o gin. La ginebra ofrece un sabor botánico más complejo, que equilibra mejor el vermut, especialmente si es del tipo London Dry Gin. El Vodka Martini tiene un sabor más suave y solo lo recomendaría a aquellos que no les gustan los botánicos herbales de la ginebra. Hasta para Google y Wikipedia, un Martini es de ginebra. Eso debería ser la prueba definitiva, aunque claro... no deja de ser como la eterna pregunta ¿Coca Cola o Pepsi? 

Lo segundo es decidir si agitado o movido. Agitar en coctelera enfriará la bebida, pero también la diluirá más de la cuenta, y además impartirá una textura o sensación en la boca diferente. No es una buena opción para disfrutar de un buen Martini.

Ya vemos el daño que hizo James Bond, pidiendo sus Martinis de vodka agitados. Justo lo contrario a como debería ser. Con permiso de 007 y sus Vodka Martini shaken, not stirred, queda aclarado que lo más adecuado en el mundo de la coctelería es el Martini de ginebra movido.
Martini del Georgia Brown´s en Washington DC
Toca decidir cómo de fuerte y seco lo quieres. El bartender podrá adecuarlo a tu gusto, ajustando la proporción de vermut y ginebra. Cuanto más vermut seco (dry), menos Dry Martini será el cocktail. Así que no te confundas, porque el nombre induce a error. La cantidad de vermut que se añade al cocktail es algo que ha variado mucho a lo largo del tiempo, disminuyendo más y más, y haciéndo el cocktail cada vez, más y más seco. El Dry Martini tiene muy poco vermut, tan solo unas gotas. O mejor aún, el remanente de mojar de los hielos con vermut, pero descartando todo el líquido. Es la proporción que más se ajusta al paladar actual. Aunque claro, los hay que prefieren las versión más flojilla y dulce, con más vermut. El Wet Martini suele tener 1 parte de vermut y 3 de gin, y es increíble lo bien que combina con bitters de naranja. El que le gusta a mi mami, es el Naked Martini, la versión más fuerte y seca de todas. Con cero de vermut, pero todos los detallitos de un buen Martini. 

En cuanto a cómo servirlo, straight up, o simplemente up, es el modo común, es decir, en copa previamente enfriada. Tomarlo on the rocks no es nada habitual, precisamente porque no es en absoluto necesario añadir cubitos si se ha enfriado la bebida correctamente al removerla.

Para terminar... falta elegir la decoración. Las opciones más clásicas y populares son con un twist de limón o aceituna. El twist da aroma fresco a la bebida. Las aceitunas una o tres, siempre impares, como marca la tradición. Y es que para los supersticiosos, los adornos de las bebidas tienen que ser número par, para evitar la mala suerte. Con una excepción; si se elige la decoración con cebolletas, se ponen dos, y el cocktail tiene nombre propio: Gibson. Un homenaje de su creador que también ideó  las Gibson Girls, y decidió que dos cebolletas eran necesarias para representar el pecho femenino. Curiosa historia la de este cocktail.

La copa no hay que cuestionarla, que para eso hay una especial para este cocktail. Así que ya estaría todo definido. Ya puedes ir a tu barra de bar preferida, y pedir un Dry Martini sin miedo a que el bartender te pregunte cómo lo quieres. ¿Qué a dónde puedes ir? Pues enseguida te lo digo.

Special Edition Martini del Martini Bar en Milán
En Madrid, mi sitio preferido para tomar un buen Martini ha sido hasta hace poco el Dry Martini. Pero últimamente, Angelita le ha ganado el puesto. Y es que el control que hacen de la temperatura, no se puede mejorar. En Angelita, en el vaso mezclador se pone el hielo y se añade el vermut, removiendo hasta enfriarlo. Se sirve en una copa recién sacada del congelador, para seguidamente descartarlo una vez ha bañado su interior. En una tetera, añaden la ginebra Sipsmith London Dry y ponen hielo seco, controlando la temperatura hasta que llega a los -6ºC. Es el momento de añadirlo en el vaso mezclador, y moverlo hasta conseguir la dilución deseada con el hielo. Servido en la copa, vuelven a comprobar que la temperatura es -6ºC antes de servirlo al cliente. Además del frío de la bebida, que se mantiene bastante tiempo, la textura del cocktail es maravillosamente sedosa, gracias a la ginebra Sipsmith que utilizan. Con ese cuidado de los detalles, no se puede pedir más.
Breakfast Martini y Apple Martini del Dry Martini Bar en Madrid
Y desde el inicio del verano, disfruto los Martes Martini, una fórmula que combina tapa y cocktail en varios locales de Madrid. ¿Mis prefiriendos? Angelita, claro, y Salmon Gurú. Cualquier excusa es buena para salir a tomar un Martini. Porque Martinis... como puedes ver en estas fotos ¡¡hay muchos,!! Algunos con nombre propio, como Vesper Martini, con vodka y gin, Dirty Martini, con salmuera de las aceitunas, Scotch Martini, lo creas o no, con whisky escocés, y una de las últimas tendencias con sus notas ahumadas..

Es solo cuestión de opinión…. Un Martini tiene mil y una caras  La una, es la mía, el Cocktail Dry Martini de gin agitado, servido up, con dos aceitunas y un twist de limón  ¿Cuál es el tuyo?

Hemingway Bar - morir de éxito en Praga

A pesar de ser reconocido uno de los mejores bares de Praga, Hemingway Bar no lo fue para mi.Es cierto que saben lo que se hacen, pero no cuidan bastante los detalles. Para empezar no nos sirvieron agua al llegar, aunque alguna mesa cercana si que tenía su vaso. Nos sentamos en una mesita muy mona desde la que se veía la barra, todo un espectáculo, por cierto ... Pero estaba junto a la ventana, que estaba abierta, y de vez en cuando entraba un olor desagradable de alguna alcantarilla cercana. No es que fuera demasiado tiempo, ni tan intenso como para no poder soportarlo, pero, ... Come on... no quieres olores extraños cuando estas tomando un cocktail.
Todo un homenaje al clásico americano: bartender con camisa blanca y tirantes
La calidad de la bebida, muy buena, claro. Son profesionales. El sabor, la temperatura, perfectas. Pero como digo, sin cuidar los detalles lo suficiente para un bar de esta categoría. La guinda de mi Whisky Sour era de las normalitas (es decir, de las cutres de supermercado). Y el Daiquiri Hemingway, sin estar bien colado. Llámame esnob, pero no me gusta que el hielo agüe mi bebida (no fue el caso, porque en realidad era la de Grant, que resultó ser un bebedor de los rápidos). Y los vasos... nada especial. Mi Whisky Sour en un vaso bajo normalito. El Daiquiri en copa de champagne antigua, como debe ser, pero también normalita. Y luego ya entramos en los exóticos: porque vasos tienen de todo tipo. Que a mi lo de innovar en la cristalería me gusta, eh? Pero al chico de al lado le sirvieron un cocktail en papel tipo Starbucks para llevar, que me lo ponen a mi y me da un síncope. 

Daiquiri Hemingway y Whisky Sour - en vasos normalitos...
Los camareros también saben lo que se hacen, pero no me terminaron de convencer tampoco... Si me preguntan si quiero mi Whisky Sour con o sin clara de huevo, elijo sin, porque estoy en una etapa japonesa, en la que me sobra todo lo imprescindible del cocktail. Y en ese momento, no espero que el camarero diga por lo bajinis: “con, con”. A ver, que me gusta también con clara de huevo, pero entonces, que no pregunte. 

Hemingway Bar en una tarde tranquila
El bar tiene mucho encanto, eso es cierto. Pero como Praga está petado de turistas, y el local tiene cierta fama, es necesario reservar, o esperar cola, o decidirse por su local alternativo Cash Only, pequeño local alargado que han abierto a 5 minutos para dar de beber a las masas de turistas que no caben en el Hemingway. En Cash Only, se ofrecen Cocktails & Hot Dogs, eso sí, pagando en cash. Me gusta la combinación, pero el día que pasé por la puerta había una despedida de soltera, muy habitual por lo que se ve en esta ciudad. Señor... 

Me imagino que es lo que se llama morir de éxito.

Black Angel´s - secreto a voces en Praga

Acabo de salir de un Concierto de Ennio Morricone, y al meterme en esta cueva... piano y música tipo saloon. Genial, que la música no pare!! Black Angel´s es un bar "Prohibition-style", escondido en el segundo sótano del Hotel U Prince en la Plaza de la Ciudad Vieja. Precisamente por su céntrica ubicación, esta auténtica joya es popular entre los turistas. Aún así, yo disfruté dos noches de su encanto clandestino, sin grandes grupos que entorpecieran la buena experiencia.

Black Angel´s Medicine, dedicado a la memoria de Thomas
El bar es muy acogedor, gracias a una iluminación suave, a los muebles antiguos y a los techos de bodega decorados con candelabros. La música, cuidadosamente seleccionada y con piano en vivo todos los noches, ayuda a crear la atmósfera años 30. Se puede pedir más? Sí: una de las barras más bonitas que he visto, de madera tallada, con figuras en relieve. Y un espejo en la parte superior que quita el hipo. Ganas me entran de saltarme la Regla #8 del local, y conseguir esa foto!!! Y es que me fascinan los espejos que se ponen inclinados encima de la barra, que obliga a los bartenders a tener en su zona de trabajo todo recogido, pero que también te permite a ti verte con un ángulo imposible, como si estuvieras encerrado en la Zona Fantasma de una película de Superman.

Preciosa cueva con piano en vivo, eso es Black Angel´s
Los bartenders, vestidos estilo saloon, son muy profesionales. Quiero probar un cocktail con Becherovka, que me pido un Black Angel´s Medicine: un giro del Martini, con Belvedere Vodka, Lillet Blanc, bitter de melocotón y Becherovka. El hielo en forma de diamante, como le gustaba a Thomas, según me explican, que ideó este cocktail para un concurso y que desgraciadamente ya no está con nosotros. Me pregunta el bartender qué me parece. "Maybe too sweet for me". Así que se ofrece a cambiármelo. Pero nada de eso!!! Es un trago corto, fuertecillo, está rico. No, no, le aclaro, es solo para que vaya conociendo mis gustos, por si me pido otro cocktail.

Y claro, al rato lo hago. Y me prepara algo que tiene en mente para mi: Corpse Reviver #2, un clásico del Savoy de London, de los años 30, claro. Con Beefeater Gin, Cointreau, Lillet y zumo de limón. Todo en la coctelera, y a darle ritmo. Oops, un momento... ahora vuelvo!! ;)

En la copa, vaporiza absenta en spray. Y luego, con el mismo vaporizador, se perfuma él mismo!!! Really? Ha hecho eso?? Le pido oler la copa, y huele a anís. Sirve la bebida de la coctelera, añade un twist de limón, y listo. Delicioso. Absolutely my cup of tea. El sabor me encanta, y el aroma me sorprende que sea mucho a limón, sin poder percibir apenas la absenta.

Armario para guardar las copas-joya Moser y las botellas más exclusivas
Sin duda, es el mejor bar de Praga. Todo un lujo de cueva y secreto a voces a pesar de no permitir fotos ni videos. Su motto: What happens in the bar, remains in the bar. Tanto, tanto me gustó, que volví al día siguiente.

El mismo pianista, y la música, de nuevo todo un acierto: We are de Champions de Freddie, What a Wonderful World de Louis Armstrong, Dancing Queen de Abba, I’ve got a Feeling de Beatles ... Música moderna, tocada estilo saloon. Pero la experiencia fue diferente, porque Grant, con quien vengo esta noche, es impredecible pidiendo bebidas... Empezamos con un Daiquiri, su cocktail favorito, y mi Old Fashioned. Pero inesperadamente, me termina invitando a una copa de Cognac Hennessey XO, mientras él disfrutaba de la suya.

Daiquiri y Old Fashioned
Volveré algún día, espero, y tomaré un cocktail de los especiales, los que sirven en sus copas fabricadas para ellos en la fábrica Moser.
Copa Moser esperando su Gordon Blue Sazerak

Cocktails castizos en Chirón - Madrid on the rocks

Qué mejor regalo para una madrileña de espíritu, que ir a Chirón, el restaurante con una estrella Michelín que redefine la cocina de Madrid. Puede que Valdemoro no sea reconocido como uno de los mejores sitios para tomarse un cocktail, pero una vez que entras en este restaurante, estás en otro mundo.
Gin Tonic de Fresones - fresquita explosión del cocktail en tu boca 
En Chirón los productos son muy locales. El Vermouth de nuestro Aperitivo es Zecchini, producido en Valdemoro por una empresa familiar, que ha mantenido su receta con tradición medicinal de generación en generación. Además de Vermouth Zecchini Rojo Formula Original, un poco de Campari, acabado con un golpe de soda y decoración con una piel de naranja

Brindando por los productos locales, con un Vermouthito muy rico
La propuesta es realizar 'un viaje por Madrid', eligiendo entre los menús de uno de sus ríos: Tajo, Tajuña y Jarama, que nacen del recetario tradicional pero con una cocina muy actual. Nosotros decidimos la Ruta por el Jarama, con 16 paradas, que nos dejan muy satisfechos. Tres horitas comiendo tranquilamente, perfectamente atendidos, probando delicias modernas de los platos de siempre. 

Para empezar, una selección de aceites madrileños, con una esferificación de aceituna, soldadito de Pavia y yogur de morcilla. Pero trae una sorpresa: Cocktail Americano de pimiento rojo. En la copita helada rocían un spray de Campari, y presentan un Vermouth estilo Americano, pero sustituyendo la soda por un jugo de pimiento asado. Decorado con piel de naranja, está muy rico, pero es una comida líquida, no un cocktail.
Delicias para acompañar el Cocktail Americano de Pimiento Rojo
De las 16 paradas del menú, estos son los que más nos gustaron. Huevos a la flamenca, para tomar en un solo bocado. Morteruelo marino con berenjena de Almagro, con intenso sabor a mar, y la berenjena presentada en una esferificación muy sutil.

Huevos Flamencos e intenso sabor a mar
Y los platos fuertes. Carabinero en sopa castellana acidulada con piparras, en el que la cabeza se trae aparte en olla con sal caliente, en la que al poner un chorrito de Amontillado se producen un pequeño estallido y se desprenden aromas de hinojo y cítricos. Cordero con salsa menier y patatas fritas, con la piel muy churruscadita. Para chuparse los dedos!!!
Carabinero y Cordero, dos platos de estrella
De postre, gin tonic en dos versiones. En forma de explosión en la boca, con el Gin Tonic de Fresones. Y en forma de granizado, sobre una mermelada de fresa, y acabado con helado de limón y una espuma de fresa, decorado con hojitas de albahaca. Curiosa su versión del Cheese Cake en forma de Donete.

Dos de los mejores postres, dos texturas de Gin Tonic y un divertido Donete
El vino que nos recomiendan para acompañar el menú es La Bruja Avería, una botella de uva garnacha con denominación de origen de Madrid. Lo sugieren porque es una uva fresca pero con caracter, que contrasta con la intensidad del menú.

En Chirón, para hablar de la cocina madrileña, se basan en tres pilares: 'Platos típicos' (la historia, todo el recetario de la tradición). 'El viaje' (la influencia y simbiosis con las demás cocinas y culturas del mundo). 'El producto' (si nace en Madrid es de Madrid). Puede ser… pero os confieso que yo, sin haber nacido aquí, ya me siento un poco de Madrid.

Importante mueble bar que permite alargar la sobremesa, hasta el infinito...
De buena gana nos hubiéramos tomado un whiskito para prolongar la sobremesa, pero pensando en el viajecito de vuelta a casa, preferimos levantarnos de la mesa. Volveremos pronto, espero, a probar el cocido madrileño que sirven en la cafetera clásica, de las de toda la vida.